se esta haciendo tarde y los autos plateados emigran de la ciudad,
yo sentado en una banca entre tu casa y la estación de trenes,
al borde del resfrio, leyendo un libro bajo la lluvia
caminando cinco kilómetros en la mañana solo para verte despertar
corriendo en una alameda desconocida sin tiempo alguno, sin plan previsto
conociendo tus opiniones desgraciadas, suplicando por tu egoísmo
anhelando ser un sueño tuyo, un regalismo
durmiendo en la calle mas de una vez por estar tiempo contigo, perdiendo
trabajos por dormir en tus sabanas, comprando cervezas para zurcir tus labios
aceptando bajezas para acampar en tus pechos, escuchando mentiras para
abrazarte mientras espero la micro asesina, amarilla, fea y sucia
rápida, ruidosa, y no lenta, abusiva, implacable y fastidiosa, insensata
y no recta, agrupada bajo las mentiras de un sistema cruel, mintiendo creyendo
que hace bien, baja y plana, re-usada, reutilizada, voyeurista y suave,
débil y agresiva, ruidosa me quebraste un pie, perdí mañanas por tu culpa
quebré un vidrio por tu rabia, porque no llegue, porque te había perdido
y yo nunca me había encontrado, porque no tenia arreglo y estaba
todo equivocado, en fin, tu ganas...

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