Casi tomándole el hilo al pensamiento de Tocqueville, aunque escrito más de un siglo después, Maritain vuelve a la idea de democracia como forma de vida.
"De hecho es en los Estados Unidos donde he experimentado realmente una democracia concreta, existencial: no como un conjunto de frases abstractas ni como un sublime ideal, sino como una forma de vida humana existente, actuante, continuamente puesta a prueba y continuamente reajustada. Aquí conocí la democracia como una realidad viviente."
Lo que más llama la atención del filósofo en esta "realidad viviente" es que su "estructura primaria" es la comunidad.
"Mi primer señalamiento es hacia una característica de este país y que lo contrapone a Europa. Nos encontramos aquí con una estructura social que es espontánea y orgánicamente diferenciada desde su base misma."
"Hay en este país una bullente multiplicidad de comunidades particulares autoorganizadas agrupaciones, asociaciones, fraternidades vocacionales o religiosas, en las que los hombres juntan fuerzas al nivel elemental de sus preocupaciones e intereses cotidianos."
"A un nivel más alto encontramos aquí una pluralidad de estados, cada uno con su particular vida política y legislación, que finalmente crecieron formando una sola gran república, un solo estado federal."
"Tal multiplicidad orgánica básica, con las tensiones que conlleva y a veces con una especie de desconcertante diversidad... es... una condición particularmente favorable para el sano desarrollo de la democracia."
"Históricamente, el hecho dominante es que este país nació de comunidades político-religiosas, y sus conductas autónomas, sus tradiciones y su gobernarse a sí mismas han dejado una marca indeleble en la índole general del pueblo americano. De ahí que al mismo tiempo que las necesidades de la vida y el crecimiento extraordinariamente rápido de la nación obligan a que los poderes del Estado Federal crezcan más y más, la mente americana todavía se siente incómoda con la noción misma de estado. Se siente más cómoda con la noción de comunidad."
"De igual manera entiendo el hecho de que los sentimientos e instintos de comunidad sean mucho más fuertes en este país que en Europa... y que den por resultado una tensión, cuya intensidad varía constantemente, entre el sentido de comunidad y el sentido de libertad individual. Tal tensión es, a mi modo de ver, normal y fecunda en sí..."
"De hecho es en los Estados Unidos donde he experimentado realmente una democracia concreta, existencial: no como un conjunto de frases abstractas ni como un sublime ideal, sino como una forma de vida humana existente, actuante, continuamente puesta a prueba y continuamente reajustada. Aquí conocí la democracia como una realidad viviente."
Lo que más llama la atención del filósofo en esta "realidad viviente" es que su "estructura primaria" es la comunidad.
"Mi primer señalamiento es hacia una característica de este país y que lo contrapone a Europa. Nos encontramos aquí con una estructura social que es espontánea y orgánicamente diferenciada desde su base misma."
"Hay en este país una bullente multiplicidad de comunidades particulares autoorganizadas agrupaciones, asociaciones, fraternidades vocacionales o religiosas, en las que los hombres juntan fuerzas al nivel elemental de sus preocupaciones e intereses cotidianos."
"A un nivel más alto encontramos aquí una pluralidad de estados, cada uno con su particular vida política y legislación, que finalmente crecieron formando una sola gran república, un solo estado federal."
"Tal multiplicidad orgánica básica, con las tensiones que conlleva y a veces con una especie de desconcertante diversidad... es... una condición particularmente favorable para el sano desarrollo de la democracia."
"Históricamente, el hecho dominante es que este país nació de comunidades político-religiosas, y sus conductas autónomas, sus tradiciones y su gobernarse a sí mismas han dejado una marca indeleble en la índole general del pueblo americano. De ahí que al mismo tiempo que las necesidades de la vida y el crecimiento extraordinariamente rápido de la nación obligan a que los poderes del Estado Federal crezcan más y más, la mente americana todavía se siente incómoda con la noción misma de estado. Se siente más cómoda con la noción de comunidad."
"De igual manera entiendo el hecho de que los sentimientos e instintos de comunidad sean mucho más fuertes en este país que en Europa... y que den por resultado una tensión, cuya intensidad varía constantemente, entre el sentido de comunidad y el sentido de libertad individual. Tal tensión es, a mi modo de ver, normal y fecunda en sí..."
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